domingo, marzo 11, 2007

¡ADIOS VIAJERO,QUE LLEGÓ EL AIRE!

¡Adios, adios viajero!

A veces sucede que como aquello que no puede ser de otra manera
porque remedio no quiere,
no se atreve a revelar su auténtica naturaleza,
el viajero que tembló por no gritar su nombre a tiempo...
se convirtió en silencio.

Vasto camino de baldosas amarillas que nunca se acaba
detrás de una imagen caprichosa,
volviendo de nuevo a su rutina diaria quiso aprender a ser niño...
pero sólo se sintió abanico.

En unas palabras solitarias arrojadas por la borda de la madrugada
a los anónimos mares de unos y ceros de redes sin mallas,
sin más testigos que la luna lunera que todo lo calla
para seguir apareciendo en los romanceros de los malditos poetas...
se gustó canalla.

Sin querer encontrar una excusa, sinvivir del fugaz momento,
por no agarrarse a un susurro tal vez manchado de frío carmín,
no gritar su nombre a tiempo...
se volvió fragmento.

¿Debe sustituir su silencio a sus olvidos?

¡Adios, adios viajero!
Ya no necesito tu bonito abanico, que por mi balcón se menea el aire.

Juan Antonio